domingo, 29 de octubre de 2023

Tú hoy has estado presente impulsando una nueva escuela

 

Chiringa, miércoles 25 de octubre de 2023

 

            Me duele todo el cuerpo. La paliza de ayer, a la que se suman otras dos horas en moto y una hora de camino a pie con el mismo calor de ayer y ya sin agua potable. No pude resistir la sed y me bebí toda mi agua caliente. Para colmo de males, cuando vi el agua que me servían casi me caigo del susto: en el balde estaban flotando tres o cuatro bichos grandes que apartaron con el vaso, para servirme un agua turbia que impedía ver el fondo del balde. Sin embargo, estaba maravillosamente fresca, aunque con sabor a tierra. Tan cansado estoy que decidí hacer mi regreso a pie vía Chodzi para no tener que coger la moto.

 

 

      

      Hoy mi casita es un poco mejor que la de ayer, y esta comunidad de Chiringa es quizá la más pobre de todas, en todos los sentidos. Después de la misa hablamos sobre la futura escuela y me presentaron a los dos profesores que malamente hablan portugués, pero que ambos tienen 7º curso: Inácio Cachitsa y Miguel Labione. Mi sorpresa fue el número de alumnos, pues esperaba unos 50 y ya son 110 los que van a estudiar en la Escuela Primaria San Martín de Porres.

 

 

 

            Este lugar está tan perdidito que no tiene nada de cobertura para el teléfono. Yo tenía que entrar en contacto con Juan para que me viniese a buscar al río en Chodzi, así que preguntamos adónde podíamos ir. Nos indicaron una montaña, y tardamos en llegar una hora. Cuando llegamos a la cima comprobamos que no había cobertura en ninguno de los cuatro teléfonos, y le preguntamos otra vez, y nos dijo que allí sólo había red de Vodacom, y que la red de Movitel estaba en otra montaña. Casi se nos cae el cielo encima. Allí fuimos caminando otros 30 minutos y, milagrosamente pude hacer la llamada. Lo que más me admiró fue el paisaje que pudimos ver desde aquellas dos montañas.

 

           

            Tatenda! Es de noche y no paran de cantar. El calor es sofocante y se ha metido un aire tan caliente que me parece que viene del Sahara. Mi casa no tiene puerta, y le han puesto una capulana que no impide que entre la tierra a ráfagas y tengo arena hasta en el carnet de identidad. Dormiré dándole la espalda a la puerta para que la tierra no me entre en los ojos. Todos están fuera de fiesta, y yo estoy cansadísimo queriendo dormir, pero con el corazón más feliz que el suyo, porque siento que Tú hoy has estado presente impulsando una nueva escuela con el nombre de un humilde fraile peruano “Fray Escoba”.

 






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