La llegada a Durban

South Africa-Durban-Pinetown (Humana people to people), quarta-feira 08 de Janeiro de 2014

 

Aniversário da Ir. Cariely

                Salimos del Hlane Park muy descansados. Atravesamos Swazilândia en dirección Sur, por lo que no atravesamos ninguna ciudad. Nos dio para ver la realidad de Swaziland, económicamente más desarrollado que Mozambique: mejores construcciones y carreteras, más infraestructuras y servicios, mejores precios (desayuno), mejor rede de energía eléctrica, etc… Sin embargo, siempre muestran las estadísticas que es el país con mayor porcentaje de VIH-SIDA.

Cuando entramos en Sudáfrica vemos la enorme diferencia con Swazi y con Mozambique. Todo de lujo: carreteras con letreros y nuevas, casas bonitas, muchísimas industrias, plantaciones de eucaliptos, aloe vera, caña de azúcar, etc… Las plantaciones de eucaliptos tenían más de 100km, una auténtica potencia maderera.

La llegada a Durban fue algo complicada porque la ciudad es tan grande como Madrid. Yo pensaba que Pinetown era como Sábiè, pero es como Fuenlabrada, una ciudad dentro de otra ciudad. Me quedé impresionado ante tanto desarrollo económico. Me parecía estar en Alemania.

La noticia que acabó por sacarnos del sueño sudafricano fue que nos enteramos de que la abuelita de Cariely, Dª Rosa Chavango, murió durante el entierro de su nieta. Lo supimos porque llamamos a las Hermanas y nos contaron el triste episodio. Un infarto, suponemos, cuando estaba en el cementerio.

Ni khensile! La abuelita Rosa era de  las que nunca faltaba a la eucaristía, de las auténticas creyentes. Una mujer callada, piel y huesos cansados de sufrir y trabajar. Tenía una mirada serena y una sonrisa amplia. Viví con ella cuando falleció su hija Gloria dos Santos, y no sabía ni qué decirle ni cómo acompañarla. ¿Cómo consolar a una madre? Sin embargo, ahora está en tus manos de Madre, de abuela chocha, y descansa en tu Paz, en el calorcito de tu Corazón, en tu Amor que se derrama en Vida para quienes mueren amando y sufriendo.