Salió, como por arte de magia, el agua.

Missão, segunda-feira 20 de Outubro de 2014

                Cuando vengo de una semana a tope y entro en otra semana que promete movimiento, intento coger algún día para moverme lo menos posible. Hoy sólo salí para dar un paseo de 20 minutos.

                De este día me quedo con una mirada. La mirada de Teresa, la hermana mayor de Nelson Matsintsinye cuando estábamos en la cocina. Benigna tuvo la idea de dar un paseo con las niñas y niños de la escuelita para conocer su entorno. Fueron a la escuela, al puesto de salud, a la tienda y a mi casa. Iba con ellos enseñándoles cada cuarto, y cuando llegó a la cocina los encontré.

                Estaban hablando de dónde venía el agua. Amada averiguó que venía del tubo, y como es externo, les hice el recorrido hasta llegar al bidón que estaba detrás de ellos. Hasta ahí todo normal. La sorpresa de Teresa fue cuando abrí el grifo y salió, como por arte de magia, el agua. No le quitaba ojo a lo que estaba pasando. Tanto que Benigna se dio cuenta y le preguntó: “Sabes cómo se llama esto? Grifo” Y todos repetían: grifo! Tan bellos! Ellos repetían todo porque están en clase de portugués y tienen que repetir las palabras que dice la profesora. Grifo!

                Ni bongile! Teresa ha visto llover, y sabe que el agua viene del cielo. Teresa ha visto el río, y sabe que el agua se pasea entre los árboles. Teresa no ha visto el mar, y no puede imaginar cuánta vida se esconde en sus aguas. Teresa no está bautizada, y no puede imaginar cuánto amor quiere derramarse sobre ella.