jueves, 23 de octubre de 2008

16, 18, 20 y 23 de Julio de 2008

Randinho, quarta-feira 16 de Julho de 2008
Dia da Nossa Senhora Virgem do Carmo

Me despertó a las 5 de la mañana el ruido inconfundible de una persona vomitando. Me lenvanté y fui a ver quién era, y me encontré a pai Baltasar con su hijo Timóteo en la Iglesia. Su hijo estaba muerto de frío y vomitando. Le pregunté la causa y me respondió en chisena: “Mordió una cobra”.
El “enfermero” de Randinho le dio unos comprimidos, pero seguía vomitando. Les dije que lo podía llevar a Murrasa y el Sr. Ticotico (Jaime, supuesto enfermero), dijo que le haría un papel para la transferencia.
Cuando ya estábamos a unos kilómetros de Randinho, pai Baltasar me dijo que Ticotico se negó a darle la transferencia porque no le dio todo el tratamiento. Realmente me indigné porque en primer lugar no le abrió la enfermería para dormir, y en segundo lugar le negó el pase sabiendo que él no es enfermero, ni auxiliar, ni nada!
Cuando llegamos a Murrasa continuaba vomitando y después de unas horas lo mandaron a Caia. Allí le hicieron un análisis y parece que no era nada de gravedad así que a las 15.00h ya estábamos nuevamente en Randinho.
Hablé por teléfono con Pepe y con Alfredo, y ya sé que el día 26 iré a Beira porque tendré visita, y creo que pasaré unas semanas. Será un buen momento para tomar pulso de la situación del IEME, del grupo, de la parroquia y de mi situación personal en este proceso de inserción.
Evidentemente, cuando llegué a Randinho fui a hablar con el “enfermero Ticotico”. Al principio se defendía, pero luego fue cambiando de actitud. No fui todo lo “africano-diplomático” que debía, pero acabamos como amigos. Después de todo, es mi ENFERMERO.

Hoy tenía previsto ir a trabajar en la recogida de algodón para ganar un dinero y poder arreglar la capilla de Randinho. Sin embargo, bien temprano me mudaste los planes. Siempre me haces lo mismo, tanto es así que ya comienzo a acostumbrarme. Gracias por la salud, por la maravilla de la perfección que es ahora mi cuerpo, el que me diste para amar y servir. Pero gracias, sobre todo por la salud con que late tu Espíritu en mí, porque me haces sentir vivo y amar aunque me cueste la Vida. Takhuta!


Randinho, sexta-feira 18 de Julho de 2008
Aniversário de Ordenação Sacerdotal de Miguel Lantigua, José Manuel Santiago Melián y Ambrosio Abeso Ndjang

Por segunda vez en una semana las cabras y baifos intentaron entrar en mi casa. De madrugada golpean la puerta hasta abrirla y me obligan a levantarme y salir para espantarlas. Son muchas, un rebaño de unas 200, y andan por aquí sueltas día y noche. También entran en mi “casa de baño” y se la comen.
Eso fue a la 01.30h de la madrugada. Sin embargo, después vendría lo peor. A las 02.00h me llamaron para llevar a pai Timóteo (el hijo de pai Baltasar) para Deve porque tenían unos dolores terribles de barriga y no podía orinar ni “ensuciar” (palabra típica del Ingenio, y de mi madre, claro).
Así que subimos él, su padre, su madre, su hermano, su mujer y su hijo de menos de un año. En Deve le dijeron que fuese a Caia y en Caia estuvo hasta las 06.30h, pero como no mejoraba lo mandaron a Mutarara (Tete). Ahí nos despedimos y regresé con su hermano, su mujer e hijo, y le dejé el dinero que tenía encima porque puede ser que les lleve unos días.
Les esperaba un largo camino hasta el Hospital Rural, incluyendo trayecto en bicleta-hospitalaria, porque los coches no pueden pasar el puente que une las dos provincias de Sofala y Tete.

Sabes que esta situación me ha hecho recordar mucho a mi madre. Y por eso le pido a ella que interceda por este joven padre. La sanidad aquí es, aunque resulte paradójico, para morirse. Es una de las caras de la pobreza absoluta. Por eso también te pido profetas para estas tierras, personas que luchen por la dignidad humana, por la salud pública, por la escolarización universal… Necesitamos darle la “vuelta a la tortilla”, para ponerla al derecho, a la justicia, a la fraternidad…


Randinho, domingo 20 de Julho de 2008

Murió. Pai Timóteo Baltasar falleció a sus 25 años dejando esposa y dos hijos. Falleció ayer sábado a las 16.00h, pero la noticia llegó a mediodía de hoy, ya que estaba en Mutarara.
Pai Bizero fue a Murrasa a buscarme pues yo tuve la misa de Caia. Me quedé de piedra con la noticia. Rápidamente fuimos a Sena a buscarlos, pero ya habían salido. Estaban en Deve debajo de un árbol rodeado de maleza. Las mujeres llorando alrededor del cuerpo de Timóteo. Pai Timóteo envuelto en sábanas y una manta, sobre una estera en el suelo.
Los hombres estaban en dos grupos: unos haciendo una caja de cañas amarrada con hojas de palma, y otros cavando la tumba debajo de unos árboles. Todos trabajaban a gran velocidad porque eran las 15.30h y les podía sorprender la noche.
El ataúd de cañas quedó perfecto, incluso queman un poco las cañas para darle el color negro. El cuerpo dentro del ataúd lo ponen los hombres de lado, como si estuviese durmiendo. Incluso le pusieron paños en la espalda para que no se virase. Mientras los hombres preparaban el cuerpo, las mujeres se apartaron un poco y se dieron la vuelta para no ver.
Después de unos cánticos fuimos a donde habían cavado su tumba. Un lugar ideal, en medio de muchos árboles. Es un cementerio familiar porque es un pequeño claro con tres túmulos.
Las mujeres entonaron una especie de lamento, porque no parecía tener letra alguna. Hicimos oración en chisena-portugués, dieron gracias a Dios por su vida y lo enterramos. El último de los símbolos fue romper un caldero y dos platos con una catana. Todos los utensilios usados para cavar se quedaron allí.

¡Ay Señor! Conocía poco a pai Timóteo, aunque lo suficiente como para ver su gran corazón y llorar su muerte. Te doy gracias porque el año y medio que vivió mi madre después de aquella noche del 19 de Septiembre de 2005. Timóteo me recordó a mi madre, con la desgracia de vivir en un lugar donde la enfermedad es igual a muerte.
Una vez más, unido a la familia de pai Timóteo, te pido justicia, es decir, hospitales, carreteras, médicos, colegios, universidades, luz eléctrica y agua potable, parque nadie muera injustamente a sus 25 años. Descanse en paz Pai Timóteo Baltasar.


Randinho, quarta-feira 23 de Julho de 2008

Este pueblo tiene tradiciones muy educativas y humanizantes, respetuosas y profundamente cristianas. Después de la muerte de pai Timóteo hay 7 días de acompañamiento y oración de toda la comunidad, hasta el día del funeral que se celebrará en la casa del fallecido.
El entierro fue el domingo, así que el lunes se acompaña la mañana hasta las 10.30 u 11.00, y por la noche a partir de las 21.00 hasta medianoche. El martes se descansa, se deja para que la familia esté sola. El miércoles se acompaña de 16.00 hasta 18.00. Acompañar significa rezar y llorar juntos: cantos, rosario, peticiones, acción de gracias, etc.
Isabel, pai Bizero y yo animamos la oración de hoy. La mujer de Timóteo está “ida”. No sé si por tradición o qué, pero parece que no se ha duchado ni peinado en todos estos días. Tenía a su bebé en brazos y lo amamantaba sin ningún gesto en su rostro.

Le falta el aliento de tu Espiritu Señor, la fuerza y la razón para continuar la vida. Debe andar por los 20 años y ya es viuda. Todos oramos por ella y por sus hijos, pero Tú ya sabes lo que necesita. Te damos gracias porque le has dado una buena familia, y una comunidad cristiana viva que la ayudará a aceptar el misterio de la muerte como misterio de la Vida: ¡GRACIAS! ¡TAKHUTA!

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