lunes, 13 de octubre de 2014

Compartimos tu Palabra y abrimos nuestro corazón.

                                          
  Missao, quinta-feira 18 de Setembro de 2014

Normalmente la primera tarea de los martes y jueves es celebrar la eucaristía en casa de las Hermanas. Es siempre una eucaristía llena de vida, donde compartimos tu Palabra y abrimos nuestro corazón.
A eso de las 10.00 tuve la llamada de Paco, donde me decía que había llegado muy bien y que su madre y su familia se encontraban muy bien. Poco después llamó Pepita para decir que ya había llegado la visita de las Clarisas. No sé si por estar en estos primeros días de soledad, pero no me encontraba muy fino.

Cuando llegaron a casa, Hna. Clara y Hna. Luz (creo que se llama así), les mostré el lugar donde vivimos y soñamos la misión, pero salimos pitando para que viesen la escuelita y pudiesen visitar a la familia Mawuelele. Allí encontraron a Anaica y al Sr. Albino como anfitrión. Nos tenían preparado un almuerzo con arroz, pollo y papas fritas. No podíamos despreciarlo, así que comimos un poco y seguimos rumba a la presa hidroeléctrica de Korumana. Les gustó, aunque el día estaba un poco gris.

En casa de las Hermanas estaba preparado el almuerzo con jamón incluido. El postre fue tiramisú, receta del padre de Cariely. Así que quedamos muy satisfechos con todo lo compartido. Terminando el almuerzo recibí la llamada de la enfermera Benilde de Moamba, diciendo que estaba de camino con su jefa para ver la maternidad. Así que salí pitando para la Misión.

Una vez aquí me hicieron coger un cabreo supino diciendo que faltaban muchas cosas en la Maternidad: fosa para material orgánico, piso nuevo, nuevas puertas, más azulejo en las paredes, aumentar un cuarto, poner rampas de acceso, poner una repisa, quitar el falso techo… Es decir, empezar de nuevo. Así es Mozambique, un país “sin gobierno”, sin rumbo, donde cada uno da su opinión y donde para exigir no hay reparos. Les dije que después de que me lo entreguen todo por escrito, veremos si aún tenemos presupuesto para tantas obras.

Ni bongile! Este proyecto lo iniciamos con mucho cariño, porque nació de un grupo de Madres Solidarias que quieren seguir pariendo vida y solidaridad. Sin embargo, se está convirtiendo en un parto complicado, donde la criatura lucha por salir, pero no encuentra espacio por dónde meter la cabeza. Tú, La Partera de los Siglos, la Madre de todos los vivientes, asiste este parto para que tus hijas pobres puedan dar a Luz y sus bebés nacer a la Luz.

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