lunes, 22 de diciembre de 2014

la miseria La característica homogeneizante




Missão, quinta-feira 11 de Dezembro de 2014

                Cuando llegamos a su casa la encontramos asando una pezuña de cabra. Se llama vovó Sitoe, no puede andar y debe tener cerca de 80 años. Estaba solita en su pallota, con la cabeza de la cabra sobre una palangana y las patas en otra. Allí mismo con un poco de leña estaba asando una pezuña. Nosotros le llevábamos el khisimusi (aceite, harina, judías y azúcar) nos recibió con alegría y nos agradeció el detalle. Y cuando ya nos íbamos nos recordó que quería bautizarse.
                Visitamos a seis familias, todas en situaciones muy similares donde la miseria es la característica homogeneizante. Visto con ojos humanos, esta pobreza nos duele al corazón porque roza los límites de la locura. Visto con los ojos de Dios, ellas y ellos son una llamada a seguir apostando por este hermoso pueblo de Mozambique, por los más empobrecidos de la tierra, por los que no cuentan para nadie en la macroeconomía porque no consumen, no compran, no gastan.
                Durante la tarde tuvimos la reunión con las madres y padres de los niños y niñas de la escuelita comunitaria de la Misión. Hicimos la evaluación final y agradecieron muchísimo el trabajo de nuestras educadoras.
                Ni bongile! Porque nos das tus ojos para ver más allá del dolor y el hambre, para ver las sonrisas en los rostros agradecidos. Gracias por tanto derroche de alegría que brota del corazón en casas en las que nada se esconde porque la pobreza te desposee de envoltorios y luces que distraen. Gracias por ese encuentro personal contigo en los últimos, en tus predilectos, en tus escogidos, en tus abuelitas…





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