sábado, 3 de agosto de 2019

¡Ya tenemos obispo!







Songo, domingo 12 de maio de 2019
Ordenação Episcopal de D. Diamantino Guapo Antunes
Aniversário do Sr. Pedro Cundane

            A las 05H:20 ya estábamos saliendo de Songo con un poco de retraso sobre el horario previsto, pero llegamos a las 8H a Tete, con tiempo suficiente, pues la ordenación de D. Diamantino comenzó a las 9H.
            D. Diamantino feliz, muy feliz, y desde que me vio me reconoció y me llamó por mi nombre: primer buen signo para un buen pastor.    
            La celebración fue «sencilla pero entrañable», con muy buena participación, un poco de calor y muy buen ambiente y excelente organización. En el tiempo que se deja para los mensajes hubo dos que quiero reseñar: el primero, de su «Excma. Rvdma. Excia. Sr. D. Padre Vital», que se dedicó a llamar así a todos y cada uno de los obispos, autoridades civiles, militares, etc… No parábamos de reírnos, porque era absolutamente rococó o, quizá mejor dicho, rocambolesco. El otro momento fue el mensaje del Padre Sandro con su alegría, su sencillez y su espontaneidad, contando su historia frustrada al no llegar a ser obispo. Muy gracioso.
            Al terminar la celebración bajamos al salón Pablo VI para tomar un refresco. Allí pude saludar a D. Alberto, D. Juan Carlos, D. Luíz, D. Francisco Chimoio... me di cuenta que llevo unos buenos años en Mozambique, porque conozco muchos más obispos que en España. También nos vamos conociendo, porque así como algunos se muestran como son (D. Alberto), otros parecen llevar una máscara pegada al rosto (D. Juan Carlos), aunque a todos ellos los valoro por el mero hecho de asumir esa responsabilidad pastoral en un país y una iglesia como ésta.
Y de allí nos fuimos al Iglú, que es un restaurante-buffet a las afueras de Tete. Como no teníamos transporte y yo estaba con Alberto, me colé en la guagua de los obispos y me senté junto al obispo de Beira al que no conocía. Me pareció un hombre bueno y espiritual que transmite mucha paz. El almuerzo en el Iglú tenía demasiado protocolo, pero comimos rápido y le pedimos a Tarcísio que nos trajese de vuelta a Songo.

Tatenda! Ya tenemos obispo! Después de dos años largos esperando, por fin tenemos un obispo, que además es muy buena gente, cercano, transparente, enérgico y que parece centrado en la misión. Haz que esta iglesia local lo acoja como pastor y que él se entregue a ella totalmente como buen pastor.
           

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