La misa de hoy fue muy especial porque una vez más «el pueblo tomó posesión de mi persona», es decir, hice la ceremonia de entrada como «párroco» (administrador parroquial) en San José Operario de Songo. No hubo grandes protocolos porque no tenemos obispo, no pudo venir el administrador apostólico, no pudo venir el vicario ni el arcipreste, Alberto fue a celebrar a Chirodzi y consecuentemente era el único cura. ¡Ah! Y como la Iglesia aún no tiene puertas, tampoco hubo entrega de llaves. Tan sólo tuve que leer el credo, se leyó mi nombramiento y firmamos delante de toda la comunidad. Aunque fue un acto sencillo y sobrio, yo no dejo de emocionarme, aunque de forma contenida. Confieso que estoy muy feliz, aunque sé que hay muchos asuntos que supondrán más de un dolor de cabeza.
Después de la
eucaristía tuve dos encuentros: el primero, con los padres y madres de los
niños que serán bautizados el día de Navidad; y el segundo, con los acólitos de
la parroquia. En el encuentro pre-bautismal pude ver el gran desorden que hay
en esta parroquia, pues no había nada preparado, y estuvimos discutiendo unos
15 minutos antes de comenzar porque los animadores veían que los asistentes no
estaban preparados. Sin embargo, con los acólitos disfruté, aunque son tímidos
y yo tampoco muestro todas mis cartas.

1 comentario:
Tenlo seguru, tu naciste para ser luz, y tu trabajo brillará, en medio de los más necesitados
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