domingo, 17 de enero de 2016

Se nos pierde por el camino...



Missão, sexta-feira 13 de Março de 2015

                Cuando ya había perdido casi toda esperanza de encontrar a mi gatito: ahí estaba corriendo delante del coche, exactamente en el mismo lugar de ayer.
                Esta mañana lo busqué y lo estuve llamando en tres ocasiones, pero no hubo respuesta. Venía con Paco en el coche, diciéndole que todavía me quedaba una pequeña esperanza aunque pensaba que un búho o alguna cobra se lo habrían comido. Sin embargo, exactamente como ocurrió ayer, salió de su escondite y comenzó a correr por el camino. Cuando llegamos a donde estaba paramos el coche, cogí los guantes y mientras maullaba le di caza. Él estaba muy nervioso y yo muy feliz.
                Casualmente veníamos de una celebración penitencial donde se leyó el texto de aquel pastor que encuentra su oveja perdida y regresa feliz a su casa. Así me sentí yo, que regresaba con aquel gatito perdido, aunque otros seis están en casa. Eran las confesiones del grupo de jóvenes que acompaña Ir. Cariely. Estuvo muy bien organizado.
                Lo peor del día fueron las 4 garrapatas que encontré en mi pantalón. Una de ellas en el interior del mismo, y tres por fuera. Tuve que hacerme una auto inspección para asegurarme de que sólo estaban en el pantalón y no llevaba ninguna de pearcing en mi cuerpo.
                Dos viajes de agua y las casas ya están casi listas. La casa parroquial ya tiene su patio de adoquines y están pintando los cuartos. Ya comienza a parecer habitable.

                Ni bongile! Quitando las garrapatas que, aunque son pequeños animalitos, meten mucho miedo, el resto del día fue genial, sobre todo el final del día encontrando al “gatito perdido”. Realmente, se les coge cariño a los animales con mucha facilidad. Ojalá que aprendamos a sufrir igualmente cuando vemos que un joven “se nos pierde por el camino”, y que luego nos alegremos cuando lo rescatemos de una vida de peligros.

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